lunes, 26 de agosto de 2013

Jueves y Viernes Días 11 y 12 de Julio Kilómetros recorridos: 4.007



A bordo del viejo Dalmatia rumbo a Italia

Nos encontramos a bordo del “Dalmatia”, un viejo barco botado en 1978, y que a pesar de sus 35 años de servicio, nos resulta muy cómodo y amplio.

 Ha llegado el momento de buscar un sitio para dormir… la cubierta es ideal pero mientras avanza la noche, el viento y la humedad impiden descansar, lo mejor es el suelo de sus interiores, que además esta enmoquetado…

Llegamos al Puerto italiano de Ancona de donde partimos rumbo a Roma, en nuestra parada para tomar café… nos deshacemos del exceso de equipaje, esta vez dejamos el hornillo eléctrico, las grandes y mullidas almohadas “regalo” de “Grimaldi”… y también del impermeable que tenía algo más que un jirón, quien nos iba a decir que horas más tarde la lluvia volvería a perseguirnos… otra vez la ley de Murphy!.






Ancona, ahora queda cruzar Italia hasta llegar al Mediterraneo



El hornillo eléctrico, fue parte del lastre que empezábamos a soltar.



Ajetreada ruta por el corazón de Italia

Esto es una autovía?, que carreteras son estas?, obras, baches, enormes parches de alquitrán, rayas pintadas con pintura resbaladiza… un agobio!, rodando por esas “pistas”, nos sobrepasa un motero, que curiosamente nos saluda levantando la pierna, parece ser una práctica habitual en este país, aunque a Antonio por desconocimiento no le ha sentado muy bien, pasamos por preciosos pueblos que por desgracia no podemos visitar, entonces aparece la lluvia, una tormenta acompañada de granizo, aunque lo cierto es que nos importó bien poco mojarnos, hasta el punto de que seguimos sobre nuestras motos bajo aquel aguacero sin detenernos en ningún momento.



Parada técnica en algún lugar de Italia


Esta es la mejor manera de secar la ropa...


La anécdota…

Debido, cómo no!, a unas obras en la autovía, nos desviamos a un punto donde ni siquiera el GPS acertaba a encontrar una vía para para poder seguir, paramos en un cruce donde observamos tres carreteras, cual elegir?,  Antonio esta enfrascado en la electrónica tocando teclas y navegando entre mapas, fue entonces cuando le dije…

  - Mira Antonio!, deja de buscar más y cogemos cualquiera de estas tres,  además, no dicen que todos los caminos llevan a Roma?

 Muy serio, Antonio, se sube a la Burgman y al azar seguimos por una de ellas… y efectivamente!, aquella pequeña comarcal, nos llevó a la gran capital, jamás pensé que pondría alguna vez en práctica este famoso dicho!!

Civitavecchia embarcamos rumbo a casa!!

Nuestras motos enfilan hacia la costa Oeste,  llegamos al mar Tirreno donde nos adentramos en la pequeña ciudad de Civitavecchia, y bajo un sol abrasador encontramos un lugar donde comer algo, una terraza cubierta, una buena ensalada y cómo no!, un buen plato de pasta, nos hacen olvidar una vez más las penurias del asfalto.

 Cerca del muelle entramos en un supermercado donde compramos comida y bebida de todo tipo, pues esta vez no vamos a comer la nauseabunda lasaña del barco…, nos dirigimos a la terminal y esperando la orden de embarque, conocemos a un motero de Valencia llamado Jesús, un joven empresario que viaja en solitario con su flamante BMW, se interesa por nuestra aventura y enseguida entablamos una amigable charla, poco después anochece, y con las ultimas luces embarcamos con nuestras motos en el “Cruise Barcelona”, ahora sí que disfrutamos de una tranquila y relajante navegación sobre cómodas hamacas, tomando refrescos y capuccinos junto a la piscina… se acabó dormir en cubierta!!!


Jesús, un buen colega motero también se coloca nuestro logo en su moto.


Barcelona, llegamos a casa!, el final de la aventura!

No podemos disimular cierta mezcla de cansancio y orgullo, nuestros rostros quemados por el sol, lucen barba de 12 días, evidentemente este viaje ha sido muy duro y a la vez emocionante!, el enorme ferry atraca en el muelle y a pesar de llegar a casa, nos sentimos algo extraños… ya no tendremos que buscarnos la vida para dormir, comer, beber, repostar, o llegar a algún destino…

Nuestras familias nos esperan con mucha emoción y con las motos cargadas, llenas de barro y mosquitos, enfilamos las calles que nos llevan a nuestro barrio, es difícil de reaccionar!, en ese momento se juntan miles de imágenes que quisieras explicar y no puedes… pero por donde empezamos?

Ya han pasado 24 horas desde nuestra llegada a casa, consideramos que es buen momento para reunir en un restaurante a nuestras familias, para celebrar y agradecerles el apoyo que nos han ofrecido desde el primer momento que concebimos medio en serio medio en broma esta alocada aventura, compartiendo mesa y mantel relatamos algunas de las mejores anécdotas… ahora ya solo nos queda pensar en una cosa… cuando y donde será la siguiente?.


En Barcelona... ya tenemos cobertura...



Nuestros rostros reflejan la dureza de este viaje...


La vuelta a casa...!, es muy difícil expresar este gran momento...
...Gracias a todos por seguir las peripecias de este par de soñadores... aunque a veces...  los sueños se cumplen!!!



sábado, 3 de agosto de 2013

Miércoles Día 10 de Julio


Miércoles Día 10 de Julio                  Kilómetros recorridos: 3640

Sarajevo una próspera ciudad de buenas gentes bajo la marca de un conflicto.

Despertamos en Sarajevo, y antes de visitar la ciudad el desayuno!, café, tostadas, mermelada de pétalos de rosa con mantequilla casera, crema de cacao y paté… francamente curioso pero sobretodo delicioso!
Entramos por la desafortunada y famosa “Avenida de los francotiradores”,  (Snajperska aleja), su nombre se debe a la masacre que sufrió la población civil por parte de francotiradores Serbios durante la reciente guerra, observamos que prácticamente no hay edificio que no tenga impactos de proyectil, éstos hirieron a 1.030 personas y mataron a 225, de ellos 60 eran niños.

Delicioso desayuno en Sarajevo





Este tranvía salió al minuto de hacer la foto

Pocos son los edificios que no presentan impactos de proyectil

Edificios aun por reconstruir están por todas partes



Y llegando a Croacia… abran paso!

Salimos después de recorrer toda la ciudad con la sensación de haber conocido a una gente excelente en un interesante país de posibilidades infinitas
 En ruta hacia Croacia, nos encontramos con unos paisajes de ensueño la carretera discurre paralela al rio Neretva, paramos en Mostar, y también en algún que otro lugar para admirar la belleza del entorno, nos acercamos a la frontera con Croacia, sin saberlo y pensando que se trataba de un atasco, adelantamos unos cincuenta coches hasta que vemos que era el puesto fronterizo, que curioso!, nadie se molestó al ver que nos habíamos colado, aún así esperamos mucho rato bajo el ardiente sol, el termómetro marcaba 43 grados y sin posibilidad de ponerse a la sombra… supongo que después el calor pasara factura…



El rio Neretva es un regalo visual en todo su recorrido



Una de las muchas paradas para contemplar el paisaje





Recién pasada la frontera Croata



Split el final de los Balcanes…  dejamos el “Viejo Este“

Decir que la carretera de Sarajevo a Split ha tenido infinidad de escenarios, el tramo final ha sido interminable, curvas y carreteras en obras bajo un polvoriento y soleado día de calor donde en una gasolinera Croata, decido parar y por agotamiento caigo rendido al suelo, mareos y la vista nublada, a saber a qué se debe esta “pájara”…
Split es una pequeña ciudad limpia bonita y turística donde ahora toca reponer fuerzas, aparcados en el centro comemos muy bien sentados en una terraza, las botellas de cerveza aquí también son de medio litro, después de dos buenos cafés nos dicen que no aceptan euros… por suerte, hay un cajero a pocos metros y pagamos en “Kunas”, la moneda oficial,  subimos a nuestras cargadas motos y nos dirigimos al tranquilo puerto, allí en el muelle nos espera un viejo barco a punto de zarpar, el “Dalmatia”.


En ruta por las calurosas carreteras de Croacia



Esperando la "pasta"


El humeante "Dalmatia", nos espera

Split es una bonita ciudad a orillas del Adriático

Contentos porque lo peor ya ha pasado

Antonio, mira el barco que nos llevara a Italia


A través del retrovisor... nuestro inseparable trípode


Cruzando el Adriático en un viejo barco y... unos sorprendidos moteros!

Poco antes de embarcar y a pie de la rampa de popa del barco, conocemos a un grupo de moteros italianos que no acaban de creerse de dónde venimos!

- Eh colleghi ma un'occhiata a questi due coraggiosi Spagnolo provenire da Istanbul!! (Eh colegas!, echar un vistazo a estos dos bravos españoles que vienen de Estambul!)

Todos se acercaron y sorprendidos escucharon parte de nuestra aventura, Antonio fue quien capto la mayor atención, ya que explicó que tantos kilómetros fueron sin traje de moto… una camiseta, un pantalón corto y en ocasiones, sandalias, uno de ellos exclamó:

- vedi?, questo è il pazzo che viene vestita in Turchia!,  (veis?, este es el loco que viene así vestido de Turquía!)

Fue un momento muy divertido y ellos fueron muy agradables, nos avisan de que podemos subir a bordo y todas las máquinas enfilan la rampa hacia el interior de la nave…  dormimos donde podemos… la cubierta estaba dura… pero algo es algo.




Nuestro colega italiano se coloca nuestra pegatina en su "Fuoco 500"

Mucha curiosidad por nuestras monturas

Proa a Italia... dejamos los Balcanes


Bueno!,  ahora toca buscarse la vida para encontrar donde dormir